Inocencio F. Arias, Ambassador, Spain
ENVISIONING THE 2nd WORLD ASSEMBLY ON AGEING: APRIL 2002
Intervención del
Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas,
EMBAJADOR INOCENCIO F. ARIAS
en la Decima Conmmoración Anual del Año de las Personas Mayores (5 de Octubre 2000)
Distinguidos participantes en esta celebración del Día internacional de los mayores, señoras y señores,
Es un honor para mi haber recibido esta invitación del Comité de ONGs de personas mayores en Nueva York y del Departamento de Información Pública para participar en este celebración e intentar hacerles llegar algunas de las reflexiones de mi país, en tanto país sede de la próxima Asamblea Mundial.
Voy a comenzar por señalar que ( como ya expuse recientemente en el debate en la Tercera Comisión de la Asamblea General) El Año Internacional de las personas mayores celebrado en 1999 fue para España, al igual que para otros muchos países, un catalizador decisivo de una mayor atención de nuestras sociedades hacia la situación de las personas mayores y las cuestiones relacionadas con el envejecimiento, generándose durante el mismo numerosos debates, investigaciones, actividades y propuestas de futuro.
Otro resultado fundamental del Año ha sido la consolidación, en primer lugar, del movimiento asociativo de personas mayores. En España esto se ha producido por medio, particularmente, del Consejo Estatal de Mayores.
Junto a esta consolidación, el Año Internacional, gracias a la noción de "una sociedad para todas las edades", logró abordar las cuestiones del envejecimiento y la situación de las personas mayores desde una perspectiva más amplia, resaltando también las interrelaciones entre envejecimiento y desarrollo, los aspectos relacionados con la solidaridad entre generaciones, y la consideración, desde el punto de vista de las políticas, del envejecimiento como un proceso continuo que recorre todo nuestro ciclo vital comenzando en las primeras etapa de la vida.
Este enfoque de mayor amplitud, ha tenido una consecuencia importante, las cuestiones relativas a las personas mayores y el envejecimiento se han incorporado a otras agendas y han empezado a dejar de ser solo una política sectorial, entrando de lleno en numerosos campos de la planificación social (como por ejemplo, las políticas de desarrollo, las políticas urbanísticas, las políticas de cooperación internacional o las políticas sociales en un sentido amplio...).
Con carácter global, las cuestiones sobre el envejecimiento han comenzado a incorporarse gradualmente, aunque aún de modo insuficiente, a las reuniones de revisión de las grandes conferencias de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo, en particular, las recientes Sesiones Especiales en Ginebra, de seguimiento de la Cumbre Mundial de Desarrollo Social, y en Nueva York, de seguimiento de la Conferencia de la mujer y de la Conferencia del Cairo sobre población y desarrollo.
La convocatoria de la Asamblea Mundial supone un nuevo paso en esta dirección. Por razones claramente justificadas, el envejecimiento ha empezado a recibir una clara atención de la comunidad internacional como uno de los temas de su agenda global. La urgencia de ello, en particular en lo que se refiere a la situación de los países en desarrollo, se ha hecho mas manifiesta en los últimos años. Como el profesor Alex Kalachi desde la Organización Mundial de la Salud ha señalado acertadamente, para resaltar lo importante que es que los países en desarrollo se conciencien sobre esta situación, "El mundo desarrollado se ha hecho rico antes de envejecer mientras que los países en desarrollo van a envejecer antes de llegar a ser ricos".
Volviendo al plano global es importante señalar también que, en estas reuniones y en todas las actividades del mundo no gubernamental y de la investigación se ha generado de modo relativamente reciente un enfoque diferente al de las políticas tradicionales relativas a las personas mayores, que pone el énfasis no tanto en la dependencia sino en el potencial de las personas mayores como agentes activos del de nuestras sociedades. Concepto que se puede formalizar en torno a la expresión "envejecimiento activo, productivo y saludable".
Como decía el poeta Hampate Ba "Cuando una persona mayor muere en Africa, es como si ardiese una librería".
Señoras y señores,
La Asamblea General, al decidir la convocatoria de la segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento, ha identificado cinco cuestiones a las que la Asamblea Mundial cuando se reúna en Madrid deberá dar más atención. Creo, por su interés, que merece la pena recordarlas aquí. Estas son:
1. Las medidas de carácter práctico que han de adoptar las sociedades en relación con todos los aspectos del proceso del envejecimiento, basadas en las prácticas recomendadas y la experiencia adquirida en el curso del Año Internacional de las Personas de edad, tomando en cuenta las realidades sociales, culturales y económicas de cada sociedad.
2. Los vínculos entre el envejecimiento y el desarrollo y, en particular, las necesidades y perspectivas de los países en desarrollo.
3. Las medidas para integrar las cuestión del envejecimiento en los planes de desarrollo que se ejecutan actualmente en el mundo;
4. Las formas apropiadas de asociación (partnership) entre el sector público y privado a todos los niveles, incluidas las ONGs, con miras a crear sociedades para todas las edades;
5. Por último, las medidas para aumentar la solidaridad entre generaciones, teniendo presentes las necesidades tanto de los ancianos como de los jóvenes.
Cómo se desprende claramente de lo que acabo de leer, creo que todos podremos coincidir en que la Asamblea General ha puesto delante de la segunda Asamblea Mundial y de su proceso preparatorio una meta y unos objetivos ambiciosos e importantes.
Voy a intentar responder a continuación a lo que originalmente se solicitaba, más específicamente, de mi intervención.
España, al realizar el ofrecimiento de ser sede de una segunda Asamblea Mundial sobre el envejecimiento, ofrecimiento que la Asamblea General ha aceptó en su resolución 54/262, asumió un importante compromiso.
Compromiso que entendemos no se limita a garantizar una apropiada recepción de la Asamblea Mundial en el conjunto de sus aspectos organizativos (responsabilidad primaria que debemos atender), sino de una responsabilidad asimismo a la hora de impulsar y facilitar el desarrollo de un adecuado proceso preparatorio de la misma.
Partiendo de este enfoque de facilitación hemos comenzado, desde el primer momento, a afrontar el proceso preparatorio en curso en los escasos meses transcurridos desde la decisión de celebrar la Asamblea Mundial.
Así, hemos realizado una contribución voluntaria para financiar la próxima reunión del Comité Técnico establecido para asistir al Secretario General en la formulación de las propuestas específicas que debe presentar a la Comisión de Desarrollo Social, designada como Comité Preparatorio de la Asamblea Mundial. Esta segunda reunión se celebrará en Santo Domingo a finales del mes próximo.
Por otra parte, en el terreno de los apoyos al proceso preparatorio, deseo recordar el anuncio que realizamos durante la reunión de la Comisión de Desarrollo Social de realizar una contribución al Fondo para el envejecimiento de las Naciones Unidas, dirigida a asegurar la adecuada presencia y participación de los países menos desarrollados en la misma. Animamos a otros países y entidades a sumarse a este apoyo.
Asimismo y ya desde el Año Internacional, en estrecha colaboración con la inapreciable Embajadora Julia Tavares de Alvarez, de la República Dominicana, con cuya inestimable cooperación nos gustaría contar durante muchos años, venimos impulsando las reuniones del Comité Consultivo de Seguimiento del Año Internacional de la Personas Mayores, órgano, creado por el Consejo Económico y Social , que, por su buena acogida y su carácter informal, ha demostrado que puede cumplir una importante función al favorecer el intercambio de experiencias e información en materias de envejecimiento entre los gobiernos, los organismos de Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales. El Comité consultivo puede, ahora con más razón, seguir desarrollando dicha función durante el proceso preparatorio de la Asamblea Mundial.
Deseo igualmente resaltar de modo particular, porque es de justicia mencionarlo aquí, el trabajo e importante papel que el Comité de organizaciones no gubernamentales de personas mayores de Nueva York ha venido desarrollando en todo este proceso. Ya desde los preparativos del Año Internacional , el Comité ha sido un referente básico en los esfuerzos desarrollados, por los que sinceramente deseo felicitarle y le invitó a que continúe su valiosa contribución, no solo en la organización de las celebraciones de los sucesivos días internacionales de las personas mayores, sino también durante el proceso preparatorio conducente a la Asamblea Mundial en Madrid.
Por último, estamos trabajando también en el terreno de los preparativos internos nacionales, el establecimiento de las adecuadas estructuras preparatorias también se ha iniciado y confiamos en que éstas pueda estar terminadas y en pleno funcionamiento para finales del presente año.
Señoras y señores
Acabamos de celebrar la semana pasada en la tercera Comisión el debate intergubernamental sobre el seguimiento del Año Internacional y la segunda Asamblea Mundial. El debate nos ha confirmado que, tanto desde la perspectiva de los países en desarrollo, como de los países en transición y de los desarrollados, existe el legítimo convencimiento de que hay que abordar globalmente las cuestiones del envejecimiento, hecho que nos abre esperanzas de cara al proceso preparatorio que hemos iniciado y debe conducirnos a Madrid.
Permítame concluir que España participa plenamente de la necesidad de conceder una mayor atención a las cuestiones del envejecimiento en los foros internacionales, es algo que pesó a la hora de realizar nuestro ofrecimiento. No se olvide que hablamos de algo que afectaba principalmente a los países desarrollados cuando se adoptó el Plan de Acción Internacional en 1982, pero que, cada vez más, está en la preocupación de todos los países en desarrollo, donde se concentrará en los próximos años el 70 por ciento de la población de las personas mayores del mundo. Los países en desarrollo están envejeciendo más rápidamente que los países desarrollados , por lo que van a disponer de menos tiempo y recursos para adaptarse a las consecuencias de dicho envejecimiento. Las experiencias y desafíos de los países desarrollados en este campo deben ser aprovechados y utilizados, sin dejar de reconocer las situaciones específicas de cada país. Debemos trabajar conjuntamente para hacer que la Asamblea Mundial en el 2002 sea un éxito. Para ello, les invito a todos a participar activamente en este proyecto y les aseguro nuestra disposición a colaborar en todo lo que pueda ser necesario.
Muchas gracias.